Ensayo de autocritica

Todo esta claro, la profesión de arquitecto ha de cambiar o recuperar el rumbo, si es que alguna vez lo tuvo o necesitó tenerlo. Resulta que el primer esbozo de rascacielos no lo hizo un arquitecto sino un humorista en una revista de entretenimiento de masas. ¿No deberiamos tirar todo a la basura?. Quizá la última invención del arquitecto no deba ser mas que un sistema mediante el cual los "consumidores" creen su propia arquitectura ¿o acaso somos tan inocentes de pensar que eso ya pasa?. Me refiero a otro sistema mucho mas directo, mucho mas limpio de interferencias. No debemos escuchar, aunque suene radical, simplemente solo debiéramos obedecer, cual maquinas. Quizá solo deberíamos aportar nuestra opinión cuando se nos requiera expresamente, o quizás ni eso, quizás el arquitecto próximo ni siquiera deba opinar, no sera esa su función. El nuevo arquitecto será simplemente un "administrador de sistemas".
Ya tenemos una avanzadilla de esa nueva era de arquitectos. Representan un paso intermedio. No se plantean moralidades, si algo esta bien o mal. No es su labor. Estudian dinámicas y responden a ellas.. Simbolizan el ultimo filtro entre arquitectura y publico, aunque en su caso, también aparecen otros factores contemporáneos como el del "efecto marca" o como diría Tusquets, "efecto vedette". Pero ese es otro tema. Todos los que no pasemos este nivel estamos retrasados, obsoletos, incluso antes de empezar a ejercer.
¿Porque no probar a dejar la arquitectura en manos de los que la habitan? Pero dejarla totalmente, que ande sola. Posiblemente se caiga pero puede que descubra que le resulta mejor vivir tumbada. O quizá se levante, pero a fin de cuentas no sera algo que determinemos con nuestras nociones aprendidas. ¿Alguien se ha preguntado si le seguimos siendo útil a la arquitectura?

1 comentario:

Doctor dijo...

Interesante autocrítica...

Un saludo

Doctor, Crítico de Blogs