[Ante el miedo, uno se acurruca, se agrupa y se vuelve convencional. Ante el miedo de proponer, uno no se atreve ni a mirar. No hay que tener miedo cuando ya no existen continuidades únicas, ni pensamientos unilaterales. Lo único que puede sustentar lineas de actuación es la indeterminación. Se ha dado la vuelta, lo frágil aguanta lo pesado, lo dinámico congela lo estático.
La arquitectura puede que aun sea un juego, como alguien dijo, pero ya no es el juego de luces y volúmenes, ni el de Fröbel. Hoy es un juego de sistemas y estrategias. Un juego de posiciones y movimientos, de ataques aéreos mas que de defensas terrestres.
Desde el aire nos es fácil ver múltiples partes e imaginar otras a distintas escalas. Las partes pierden continuidad y linealidad. Aparecen quiebros y azares. Desaparecen las instrucciones del juego en sustitución de manuales con infinitas aplicaciones]
Amadeu Santacana
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